AHUMADA

Retrato de Santa Teresa, que se encuentra en el Kunsthistorisches Museum, de Viena, pintado por Rubens, copiado de Wikipedia









I.- Vasco Vásquez y Sancha de Medina, su mujer, vecinos de la Villa de Cepeda.

II.- Juan Vásquez de Cepeda, n. Cepeda, 1350; c.m. Tordecillas, 1379, con Constanza Ruiz de la Vega.III.- Martín Vásquez de Cepeda, n. Tordesillas, 1381; avecindado en Ávila; c.m. allí, 1413, con Catalina Dávila y Toledo.

IV.-Alonso Sánchez de Toledo, n. Avila, 1415, c.m.allí 1435 con Teresa Sánchez del Águila.

V.- Juan Sánchez de Toledo, n. Ávila, 1440, amparado en su calidad de hijodalgo por la Chancillería de Ciudad Real, 2-II-1500; c.m. Ávila, 1469, con Inés de Cepeda, n. Avila, su prima.
Hijos;
1.- Francisco Álvarez de Cepeda, n. Ávila; c.m. con María Álvarez de Ahumada, con sucesión que lleva hasta el día el titulo de condes de Cepeda.
2.- Alonso Sánchez de Cepeda, que sigue
3.- Pedro.
4.- Ruy.

VI.- Alonso Sánchez de Cepeda, n. Avila, 10-II-1471, amparado en su calidad de hijodalgo por E.N. de la Real Chancillería de Valladolid, de 16-XI-1523, en contradictorio juicio con la villa de Ortigosa; c.m. 1 con Catalina del Peso y Henao; c.m. 2 , Ávila, 10-I-1508, con Beatriz Dávila, su prima, fda. 1529, hija de Juan de Ahumada, n. Ávila, y de Teresa de las Cuevas, n. Olmedo, nieta paterna de Juan Dávila Cordovilla y de María Álvarez. Falleció 1-II-1544.
Hijos del 1:
1.- Pedro de Cepeda
2.- Juan
3.- María

hijos del 2
4.- Hernando Sánchez de Cepeda, n. en Ávila, 1510, conquistador del Perú, asistente a la batalla de Anaquito, 1546, llevando el Real Estandarte. Murió 1570.
5.- Rodrigo de Cepeda, n. Avila, 1511, que según escribe Roa Urzúa, en su obra Reyno de Chile, vino con don García y murió en una batalla, 10-VIII-1557
6.- Teresa, de universal renombre en las Letras y en la Iglesia, llamada Santa Teresa de Jesús, n.Ávila, parroquia de san Juan, 3-IV-1515, religiosa carmelita, reformadora de su orden, fda. Alba de Tormes, 4-X-1582
7.- Lorenzo de Cepeda, n. Ávila, 1519, venido a Indias y asistente a las guerras civiles del Perú, encomendero 1549, en premio a sus servicios; c.m. Lima, 18-V-1536 con Juana de Fuentes y Espinosa, n. Trujillo, vuelto a España, 1575 y benefactor de las obras de su hermana; c.s.
8.- Antonio, n. Ávila, 1520, muerto en la batalla de Anaquito, Perú, 18-I-1546.
9.- Pedro de Ahumada, n. 1521, asistente, con sus hermanos a la conquista del Perú, fdo. en España, 19-II-1589
10.- Jerónimo de Cepeda, n. 1522, fdo. de regreso del Perú a Espana, 1575
11.- Agustín de Ahumada, que sigue en VII
12.- Juana de ahumada, n. Avila, 1528, c.m. alli con Juan de Ovalle. Fallecio 1589, c.s.

VII.- Agustin de Ahumada, n. Ávila, venido a Indias en compañía del Licenciado La Gasca, actuó en las guerras civiles del Perú y en la célebre batalla de Jaquijaguana, 1548, pasando luego a Chile, con don García Hurtado de Mendoza, 1557, en donde tomó parte en los combates de Bio Bio y Millarapue, la fundación de Cañete y la jornada descubridora de Los Coronados y Ancud, avecindándose en Cañete, ciudad de la que fue vecino encomendero, regidor, 1560; alcalde,1563; y corregidor 1566-68; vuelto al Perú, peleo en Vilcabamba contra Tito Cusi; visitador de los indios de Las Charcas y Lima; gobernador de los Quijos, durante tres años y desposeido de ese gobierno y preso, 1584 y gobernador del Tucumán, por R.C., 18-I-1589.
Falleció en Lima, 1591, según Thayer “muy quitado de ruidos por haberlos dejado muchos años antes”. cita aqui parte del capitulo llamado “Santa Teresa, sus hermanos y el “Don” que Lorenzo trajo de las Indias”, del libro América en las letras españolas; de Valentin de Pedro, Ed. Sudamericana, 1954. Dice:
Como figura de contraste, frente a Pedro podemos poner a Agustín, el menor de los hermanos de Teresa, en quien persiste, a través de los años, el espíritu de aventura, y que persigue obstinadamente a la fortuna. A él alude el chileno Pedro de Oña en esta cuarteta de su Arauco domado:
Envueltos de coraje en blanca espuma
están los dos Guzmanes y Ahumada
y don Alonso, haciendo con la espada
aun más de lo que dijo con la pluma.
Y sabemos que este Ahumada que lucha junto al inmortal Ercilla es Agustín, porque Agustin de Ahumada era uno de los capitanes que llevó don García Hurtado de Mendoza para sofocar la rebelión de los araucanos.
Aquel hermano preocupa a la Santa. Acaso en su visionario espejo le ha visto mas en peligro de las flechas que le lanzan los siete pecados capitales que de las flechas de los indios. Y asi, en carta que escribe a Lorenzo, cuando aun éste se hallaba en América, le dice: “Estoy en harto cuidado de Agustin de Ahumada, por no saber como van las cosas de nuestro Señor. Harto se lo ofrezco.” Y que no lo olvida lo prueba el que en carta a su hermana Juana, de 4 de febrero de 1572, le da esta noticia: “Agustin de Ahumada esta con el virrey ; fray García me lo ha escrito...” Se refiere al virrey del Perú don Francisco de Toledo. “Mi hermano -dice Teresa en la misma carta, refiriéndose a Lorenzo- ha casado dos sobrinas y muy bien; antes que venga las deja remediadas.” Precisamente una de esas sobrinas es una hija de Agustin, llamada Leonor; la otra es Juana, hija de Jerónimo, y las dos, hijas naturales.
Mas adelante, estando ya su hermano Lorenzo en España, escribe la Santa con fecha 13 de diciembre de 1576, a la madre María de San José, priora de Sevilla: “En el Perú es donde esta mi hermano (Agustín), aunque ahora ya creo ha pasado adelante. De Lorenzo lo sabré. Mas para lo que allá les toca no tiene ese asiento, que aún no es casado, y hoy está en un cabo y mañana en otro, como dicen”
Harto -para decirlo con un adverbio de cantidad muy usado por la Santa- desearía ella, tan andariega, que terminasen las andanzas de su hermano menor por el Nuevo Mundo. Desearía que renunciara a sus ambiciones de poder y fortuna, para ocuparse de lo que es en ella la ambición suprema: la salvación del alma. Teresa le escribe en ese sentido. Y hay un momento en que el parece dispuesto a seguir su consejo y regresar a España; pero su ambición terrenal sigue reteniéndole en Indias.
No regresa hasta 1585, dos años antes de la muerte de Teresa. Ya ella no puede convencerle de que solo por medio del terrenal renunciamiento se le revelará el más allá como gloria más cierta que la que el anduvo buscando toda la vida. Agustín se distingue precisamente por que en el no hay renunciamiento. Seguirá siempre apegado a lo temporal, como ella a lo eterno, y , como ella, en perpetua contienda, movido por ese espíritu combativo del cual los dos participan, sin que ni uno ni otro se rindan al cansancio, por cansada que tenga ella el alma, por fatigado que tenga el su cuerpo.
Si Agustín regresa a España es para buscar recompensa a sus servicios en Indias. Más afortunado que su hermano Pedro -acaso con mas méritos para ello-, alcanza la merced que esperaba: se le señala una encomienda de indios, se le nombra gobernador del Tucumán. Y ya sexagenario, embarca de nuevo para América, como en su juventud, con el mismo fuego, aunque no con la misma llama, tanto que la llama de su vida esta próxima a extinguirse. No llega a hecerse cargo de su gobernación. Muere en Lima en 1591.
También la Santa murió cuando iba de camino. Sólo que el camino de ella fue muy distinto del de su hermano que, como ningún otro de los suyos encarnó el espiritu de aventurero, configuró la imagen del conquistador” Pag 273-275.

Su hija: Jerónima de Ahumada, n. en Perú, avecindada en Chile; c.m. Santiago, antes de 1593 con Juan de Córdova, n. Stgo.,(Espejo dice nacido en Valdepeñas y legitimado por Real Cédula) fdo. alrededor de 1604, hijo del conquistador Alonso de Córdova, el Viejo.
Falleció b.d.t. Ginés de Toro, Stgo, 15-I-1604 C.s. (hasta aquí copio a Espejo)
su hija:
1.- Teresa de Ahumada y Córdova, que lleva sangre india por su abuela paterna, llamada cacica de Chacabuco y por su abuela materna, una india del Perú; caso con Gonzalo Martínez de Vergara, que sigue en Martínez de Vergara