miércoles, 29 de julio de 2009
HURTADO DE MENDOZA (Tercera Rama) Cont.
El primer marqués de Santillana, Ïñigo López de Mendoza
XVIb.- Ínigo López de Mendoza fue undécimo señor de la casa de Mendoza, señor de Hita, y de Buitrago; Adelantado de la Frontera. Sirvió a don Juan II de Castilla y se halló en la batalla de Olmedo. Fue también I marqués de Santillana Carrión de los Condes, Palencia, 19 de agosto de 1398 y I conde del Real de Manzanares ,Guadalajara, 25 de marzo de 1458, por merced del rey don Juan II de Castilla. Contrajo matrimonio con doña Catalina Suárez de Figueroa (hija de Lorenzo Suarez de Figueroa , nacido en Ecija,1344, Cordoba, XXXII Maestre de Santiago, I señor de Zafra y Feria, m. 9-V-1409 y de su segunda mujer dona Maria Catalina de Orozco), militar y poeta castellano del Prerrenacimiento. Otra biografía de Lorenzo Suarez dice: Lorenzo I Suárez de Figueroa (1345-1409) fue Maestre de la Orden de Santiago y el primer miembro de la familia que se vincula a la Baja Extremadura. Era hijo de Gomes Suárez de Figueroa, un segundón, caballero santiaguista que llegó a Comendador Mayor de León y de Teresa López de Córdoba, señora de la Torre de Monturque.(de wikipedia).
El marqués de Santillana fue personaje clave en la sociedad y la literatura castellana durante el reinado de Juan II de Castilla, provenía de una familia noble vasca inclinada desde siempre a las letras: su abuelo, Pedro González de Mendoza, y su padre, el Almirante de Castilla Diego Hurtado de Mendoza, fueron también poetas y estuvo emparentado con grandes figuras literarias de su tiempo, como el Canciller Pero López de Ayala, Fernán Pérez de Guzmán o Gómez Manrique.
Su madre fue la riquísima Señora de la Casa de la Vega, Leonor Lasso de la Vega, la cual estuvo casada en primeras nupcias con Juan Téllez de Castilla, II Señor de Aguilar de Campoo e hijo del Infante Tello de Castilla.
Su padre falleció teniendo él cinco años, lo que motivó que su madre, doña Leonor de la Vega, tuviera que actuar con gran habilidad para conservar su herencia. Parte de su infancia la pasó en casa de doña Mencía de Cisneros, su abuela. Posteriormente, se formó con su tío, el arcediano Gutierre, que más tarde sería Arzobispo de Toledo.
Muy joven, Íñigo se casó en Salamanca en 1412 con Catalina Suárez de Figueroa, hija del fallecido Maestre de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa, con lo cual su patrimonio aumentó en mucho, transformándole en uno de los nobles más poderosos de su tiempo.
Marchó al poco a Aragón, junto al séquito de Fernando de Antequera, y allí fue copero del nuevo rey Alfonso V de Aragón, donde sin duda conoció la obra de poetas en provenzal, valenciano y catalán que menciona en su Proemio. Literariamente se formó en la corte aragonesa, accediendo a los clásicos del humanismo (Virgilio, Dante Alighieri...) y de la poesía trovadoresca al lado de Enrique de Villena; en Barcelona trabó relación con Jordi de Sant Jordi, copero, y Ausiàs March, halconero real. En Aragón hizo estrecha amistad también con los Infantes de Aragón, en cuyo partido militaría hasta 1429. Allí, por último nació en septiembre de 1417 su primogénito, Diego Hurtado de Mendoza y Suárez de Figueroa, futuro duque del Infantado.
Regresó a Castilla al tiempo de la jura del rey Juan II de Castilla y participó en las luchas de poder entre Enrique de Aragón y Álvaro de Luna, en el bando del primero. Estuvo junto a él en el golpe de Tordesillas y en el cerco del castillo de la Puebla de Montalbán, en diciembre de 1420.
Tras la prisión de don Enrique, regresó a sus posesiones de Hita y Guadalajara. En 1428 nació en Guadalajara su sexto hijo, el que sería Cardenal Mendoza.
Como político, procuró a partir de 1422 inmiscuirse lo menos posible en los asuntos de Estado y mantener a lo largo de su vida la fidelidad al rey Juan II. Ello le llevó a enemistarse primero con los infantes de Aragón en 1429, al no apoyar su invasión de Castilla en el verano de aquel año; y más tarde, a partir de 1431, se enemistaría con el privado real Álvaro de Luna; aunque no por ello volvería a militar en el bando de los aragonesistas.
En la primera batalla de Olmedo (1445) estuvo en las filas del ejército real, por lo cual el Rey le concedió el título de Marqués de Santillana y el condado suprascrito. Ya el año anterior, 1444, había recibido la confirmación real del privilegio a su favor de los derechos que la Corona tenía en las Asturias de Santillana.
Don Iñigo contribuyó claramente a la caída de don Álvaro de Luna (1453) y contra él escribió su Doctrinal de privados; a partir de entonces comienza a retirarse de la política activa. Su última gran aparición se produce en la campaña contra el reino nazarí de Granada de 1455, ya bajo el reinado de Enrique IV. Ese mismo año muere su mujer, doña Catalina de Figueroa, y el Marqués se recluye en su palacio de Guadalajara para pasar en paz y estudio los últimos años de su vida. El 8 de mayo de 1455 hizo testamento, estando en Guadalajara.
Hombre de gran cultura, llegó a reunir una importante biblioteca, que después pasó a ser la famosa biblioteca de Osuna, y se rodeó de brillantes humanistas que le tenían al tanto de las novedades literarias italianas, como por ejemplo Juan de Mena o su secretario y criado, Diego de Burgos, quien compuso a su muerte un muy erudito poema, el Triunfo del Marqués.
Don Iñigo López de Mendoza es el progenitor y cabeza de la poderosa casa ducal del Infantado, Grandes de España.
Falleció en su palacio de Guadalajara el 25 de marzo de 1458
SU OBRA
Fue, además, uno de los primeros historiadores de la literatura española y le preocupó cuestiones de poética, como demuestra el prólogo que puso a sus obras, el Proemio e carta al condestable don Pedro de Portugal. Toda su obra puede inscribirse dentro de la Escuela alegórico-dantesca; fue sin duda alguna el más ferviente admirador que tuvo Dante Alighieri en España, y también asimiló lo que pudo del humanismo del Petrarca y de Giovanni Boccaccio.
Es especialmente recordado por sus serranillas, poemitas de arte menor que tratan del encuentro entre un caballero y una campesina, a imitación de las pastorelas francesas, pero inspiradas en una tradición popular autóctona propia. Fue el primer autor que escribió en castellano sonetos, estrofa de origen italiano mal conocida aún en Castilla: los 42 sonetos fechos al itálico modo. Su obra maestra dentro del estilo alegórico-dantesco es la Comedieta de Ponza, donde describe la batalla naval homónima en coplas reales. Escribió además poemas alegóricos y doctrinales (dezires) y lírica cancioneril, y recopiló una de las primeras colecciones paremiológicas en castellano, los Refranes que dicen las viejas tras el fuego.
A partir del estudio que de su obra hizo Lapesa, se puede distinguir:
* Poesía
- Lírica menor, de la que destacan las Serranillas y las Canciones y decires líricos.
- Sonetos
-Decires narrativos, entre los que destacan el Triunphete de Amor, El infierno de los enamorados y la Comedieta de Ponça.
-Poesía moral, política y religiosa, de la que la obra más conocida posiblemente sea el Bías contra Fortuna.
* Prosa
-Escritos morales y políticos, como la Lamentaçión de Spaña.
-Escritos literarios: el Proemio o Proemio e carta al condestable don Pedro de Portugal
-Escritos exegéticos: Glosas a los Proverbios.
-Recopilaciones: Refranes que dicen las viejas tras el fuego.
(Fuente Wikipedia
Fueron hijos de Iñigo López de Mendoza y doña Catalina Suárez de Figueroa
1.- Diego Hurtado de Mendoza y Suárez de Figueroa, que sigue
2.- Ínigo López de Mendoza, progenitor de la Rama séptima, condes de Tendilla, y marqueses de Mondéjar.
3.- Lorenzo Hurtado de Mendoza, llamado también Lorenzo Suárez de Mendoza, primer conde de la Coruña, vizconde de Torija
4.- Pedro Laso de Mendoza, señor de Mondéjar, que casó con dona Inés Carrillo,señora propietaria de Mondéjar, padres de:
A.- Catalina Laso de Mendoza, que casó con Luis de la Cerda, primer duque de Medinaceli, y en segundas nupcias con Pedro de Castilla
B.- Maria Laso de Mendoza, que celebró su enlace con Ínigo López de Mendoza, segundo conde de Tendilla, su primo hermano.
5.- Pedro González de Mendoza, llamado el Cardenal de España, Arzobispo de Sevilla y de Toledo. Es un interesante personaje de la corte de los Reyes Católicos. En doña Mencia de Lemos, tuvo estos hijos:
A.- Diego de Mendoza, primer conde de Melito y virrey de Valencia, casó con doña Ana de la Cerda c.s.entre la que se cuenta la célebre princesa de Éboli, su nieta.
B.- Rodrigo de Mendoza, progenitor de los marqueses de Cenete
C.- Juan de Mendoza, éste habido en doña Inés de Tovar, con sucesión en Francia.
6.- Juan Hurtado de Mendoza, señor de Colmenar, Cardoso, el Vado y Fresno de Torote. Casó dos veces: la primera con dona Francisca de la Ribera (hija de Diego Gómez de Ribera, Adelantado Mayor de Andalucía y de doña Beatriz Portocarrero) y la segunda con doña Leonor de Luján (hija de Juan de Luján, el Bueno, Maestresala del rey don Juan II)
Del primer enlace nacio:
A.- Inigo Lopez de Mendoza y Ribera, que sucedió en el señorio de Colmenar y el Vado y casó con doña Constanza de Ayala, a la que hizo madre de;
a.- Francisca de Mendoza y Ayala, señora de Colmenar y esposa de Rodrigo de Mendoza Pimentel, primer marqués de Montesclaros y segundo hijo del tercer duque del Infantado.
Del segundo enlace fue:
B.- Juan Hurtado de Mendoza y Lujan, segundo señor de Fresno de Torote.
7.- Pedro Hurtado de Mendoza, Adelantado de Cazorla, capitán general de infantería, señor de Tamajón, Serrecines y Palazuelos. Casó dos veces: la primera, con doña Leonor de Quirós, y la segunda, con doña Juana de Valencia, dama de la reina Católica, de la que no tuvo sucesion.
Del primer enlace nacieron:
A.- Catalina de Mendoza y Quirós, monja en la Madre de Dios, de Toledo.
B.- Guiomar de Mendoza y Quirós, mujer de Diego de Mendoza Quiñones, tercer conde de Priego.
8.- Mencía de Mendoza, mujer de Pedro Fernández de Velasco, segundo conde de Haro y Condestable de Castilla.
9.- María de Mendoza, mujer de Perafán de Ribera, conde de Molares
10.- Leonor de Mendoza, esposa de Gastón de la Cerda, cuarto conde de Medianceli.
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